Paisajes Digitales Arquitectónicos_

Especie arquitectónica epigenética_
Este proyecto es una propuesta ecosistémica y biointeligente, situada en la Ciénaga Grande de Santa Marta, que responde a un paisaje en crisis: hipoxia, eutrofización, aumento de salinidad, pérdida de manglares y desequilibrio trófico.
A través del diseño de tres inteligencias materiales vivas (OXIGENADORA CRISPR, HIDRO-ADAPTATIVA y ECO-REGENERATIVA, se plantea una arquitectura simbiótica y distribuida, capaz de interactuar con el entorno, regular procesos metabólicos, y restaurar la vida desde el micro al macro.
Cada inteligencia no es una "estructura", sino una entidad activa, informada por ciencia de datos (como rásters satelitales de calidad del agua, sedimentos y cianobacterias), materiales biodegradables (sílice, bioplásticos), y capacidades de edición genética (CRISPR-Cas9).
La arquitectura aquí no se impone, sino que actúa como interfaz viva entre especies, materia, agua, y memoria ecosistémica.

Mutualismo del devenir_

Una especie epigenética arquitectónica no es una figura humana ni una forma fija construida. Es una entidad que emerge de la interacción de múltiples agentes del medio: microalgas, peces, aves, sal, oxígeno, raíces, sensores y biomateriales.
El término "epigenética" aquí no se refiere solo a lo biológico, sino a la capacidad de una estructura o forma viva de adaptarse, activarse o mutar según su entorno, sin necesidad de reprogramación externa.
Al quitar al ser humano como eje central, el proyecto desplaza el enfoque desde el sujeto arquitecto al ecosistema como autor. El diseño ya no está al servicio del habitar humano, sino del equilibrio relacional entre todas las formas de vida que coexisten.